Rosa Bekokaleko.- Soy una vecina de Irun, desde hace años afincada en la parte vieja y amante del ambiente popular. Esos espacios que se abren gracias a la labor de cientos de voluntarias anónimas que se niegan a renunciar al disfrute colectivo y festivo del tiempo libre. Es por ello, que el sábado, sin dudar, acudí a Mosku, a degustar un poco de sidra fresca y sobre todo a deleitarme con la relación humana, a mi juicio la mejor y más barata droga existente.

Mi excitación inicial, se acrecentó al ver la decoración que nos había preparado cierta gente. Vi un barrio, que en vísperas de elecciones, aprovecha la concentración de gente, la fiesta, para expresar sus inquietudes. Un barrio, con gente que ante acontecimientos que nos implican a todas -como lo son las elecciones municipales- se organiza, y tratan de expresarse. Un barrio, que haciendo uso de una capacidad artística para nada desdeñable, trata de invitar a la reflexión. En este caso sobre la existencia de un gobierno municipal que en 32 años -se dice pronto- no ha cambiado de manos. Vi en definitiva, un barrio activo, trabajador, en una palabra: Vivo.

Es por ello que hoy (por ayer), me han producido un estupor notable las palabras del actual Secretario de Organización de la Agrupación Socialista de Irun, Miguel Ángel Páez, que en su intervención pública de hoy no ha dejado pasar la oportunidad de referirse a lo que yo vi como una alegre muestra de implicación ciudadana. Resulta, que donde vi capacidad creativa y espíritu crítico, había en verdad calumnias contra el actual alcalde José Antonio Santano. Donde vi la complicidad de las que al leer “Santano GAME OVER” no podían evitar una sonrisa burlona de aprobación, el señor Páez, ve indignación vecinal y falta de civismo. Al parecer, no se dio cuenta, que muchas de las participantes del Sagardo Eguna, portaban en sus vestimentas una pegatina de análoga reivindicación, y que la idea sobre el civismo y el uso del espacio público que maneja este señor, se está alejando cada vez más del de la mayoría de las irunesas. Ya estupefacta, leo que el señor Páez considera amenazante, el que una imagen de José Antonio Santano, esté en un pegatina. Algo curioso, cuando son ellos los principales responsables de que tengamos que soportar la atenta mirada de la gigantografía del susodicho, puesta por el equipo JAS en las marquesinas. Bueno, la cosa se me torna de cómica a seria cuando oigo que tienen en mente presentar acciones legales contra este tipo de propaganda.

Ya me quedo patidifusa, cuando me entero, de que el aludido, el señor Santano, se presentó en la fiesta no sin antes preparar el terreno. Al parecer, las fuerzas municipales -no se nos olvide, fuerzas públicamente financiadas y al servicio de todas-, se presentaron media hora antes del inicio del primer “txotx”, para limpiar la plaza de todas aquellas reivindicaciones que pudieran ofender a nuestro querido alcalde. Llegaron, fotografiaron cada uno de los carteles, y tras recibir las correspondientes órdenes, trataron de utilizar al personal del FFCC, para que hicieran una limpia selectiva del lugar. De los múltiples mensajes existentes, solo las que contenían las siglas de EHBildu y las que portaban la reivindicación de “Santano Game Over” fueron eliminadas. Cosa que tuvieron que hacer los propios municipales, al negarse las limpiadoras a hacer el trabajo de censoras y al encontrarse con un grupo de jóvenes, que de manera elegante, procedieron a aplaudir a  los municipales, haciendo de la ironía la mejor arma contra la censura.

A mí, que vi el espectáculo desde la barrera, me quedó un nítida impresión: que el lema que finalizaba con “32 años haciendo lo que os da la gana” tenía toda la razón. Estos señores, al haber pasado 32 años dominando el ayuntamiento municipal, han acabado por confundir el sentido de lo público. Las palabras de Páez y la última gestión de José Antonio, me han hecho ver que han acabado por equiparar lo público con el gobierno municipal. Como es el ayuntamiento el responsable de la gestión de lo público, y como son ellos los que mandan ahí, al final, todo lo público es suyo. Esta tergiversación, casi hace literal la afirmación de que Irun es feudo del PSE-EE, ya que como en época medieval, el cabecilla municipal es quién decide cómo se debe ocupar la calle, cómo se puede expresar la ciudadanía, que pena deben pagar si no lo hacen correctamente, y cual el es modelo del buen ciudadano. El/la que consume y está calladito es el/la buena irunesa. Para el que se aleje mucho del modelo tenemos a la guardia municipal, la cual hemos visto ya demasiadas veces actuar como una guardia privada al servicio del alcalde.

Por ello, el sábado, además de ver que la parte vieja sigue viva, y que se sigue produciendo una sidra buenísima, fue para mí una síntesis de la política municipal modélica del equipo de José Antonio Santano -o equipo JAS-. La expresividad popular, el espíritu crítico y la originalidad no caben en él, más bien no cabe nada que se aleje mucho de los estrechos márgenes del consumismo y el hormigón. Por ello, cuando ya la fiesta estaba finalizando, vi un chaval, que andaba repartiendo pegatinas, y sin dudarlo le pedí una. Me alegré sobremanera de ver el entusiasmo con el que aquel joven me entregó el afiche, y tras felicitarle, convencida me puse la pegatina en mi blusa azul. El sagardo eguna para mí fue una auténtica lección de política municipal, que me enseñó que si, que 32 años de gobierno “socialista” en Irun ya son suficientes, y que ya vale. Me enseño dónde están las piezas del tablero político, y vi que la partida está en su fase crítica, en su recta final.

Por mi parte, me convencí de quien no debe ganar la partida, y me dije para mis adentros... “Lo siento Santano, pero esta vez no vas a ganar la partida, GAME OVER”.