La crisis en la que seguimos estando inmersa la mayor parte de la ciudadanía, en opinión de la Administración no ha golpeado con suficiente fuerza, por lo que, con una diligencia digna de encomio, la Diputación de Gipuzkoa pone su granito de arena y acomete una revisión catastral, que por decirlo suavemente, llamaría salvaje.
No sé qué resultado tendrá para usted que lee estas líneas; en mi caso ha supuesto un incremento nada más que del 91% del valor catastral anterior, que tampoco se remonta a épocas perdidas en el tiempo, la revisión anterior es de 2001, es decir, metidos de lleno en la burbuja inmobiliaria.
Además de la repercusión inmediata en el Impuesto de Bienes Inmuebles, el efecto de este desorbitado incremento patrimonial a más de una persona nos pondrá contra las cuerdas cuando llegue el momento de hacer la declaración de la renta porque, ha acertado, un determinado porcentaje de esa cantidad figurará como ingreso, en mi caso, si antes ese porcentaje de aplicaba sobre 100.000, ahora se aplicará sobre 191.000, casi el doble.
Respecto al Impuesto de Bienes Inmuebles, el archifamoso IBI, como es competencia municipal, aquí en Irun el Ayuntamiento, en un acto de misericordia, ha decidido rebajar la cuota disminuyendo el porcentaje a aplicar, pero sólo un poquito que si no la ciudadanía se acostumbra mal y piden rebaja para todo: un 0,0533%. Con rebaja municipal y todo, si el año pasado pagué 170€, ahora me toca pagar 260€.
Nuestras hijas e hijos tal vez deban plantearse que han de renunciar al resultado de nuestro esfuerzo y sacrificio por dejarles algo que tanto nos ha costado, una herencia que puede producirles un perjuicio económico importante.
No es sólo que sea una medida injusta per sé, es un momento absolutamente inadecuado cuando tantas familias aún estamos simplemente sobreviviendo sin poder ver la salida de este agujero en que nos han metido, para nada concuerda con lo prometido en campaña electoral ni mucho menos con las medidas de apoyo a la ciudadanía que deberían establecerse. Para empezar, los impuestos, tasas y gravámenes, cuando no son progresivos, dejan de ser justos: no es lo mismo desprenderse de 100€ que necesitas para llevar comida a casa, que desprenderse de los 1.000€ que cuesta el tercer móvil que te ibas a comprar este año.
LINA LORENZO LARRAZ, concejala de Sí Se Puede Irun
Angulaberria.info no se hace responsable de las opiniones que no estén firmadas por el colectivo editorial de la propia angulaberria. Nuestro deseo es fomentar todo tipo de debate enriquecedor.
- Inicie sesión para comentar
- 1297 lecturas