DKU.- En la mañana del viernes, 3 de mayo, ha aparecido la siguiente pintada en la fachada de Lakaxita: “¿Solidarios? ¿Que duerman aquí los negros, no?”. No es la primera vez que aparecen este tipo de escritos en lugares donde se ha dado cobijo a las personas procedentes de África. En Martindozenea también aparecieron pintadas con frases del estilo de “Los negros en este sitio y los de aquí al parque”.

A pesar de que muchos colectivos, personas, o medios de comunicación han dado su mayor solidaridad a esta causa, es preocupante ver que ciertos habitantes de nuestro municipio aun ven con malos ojos tener una actitud humana con esas personas que vienen sin nada. Dar un techo, y algo que comer al que no tiene nada es un mínimo que se puede hacer por los derechos que todas y todos tendríamos que tener.

Está claro que la pobreza existe en todo el mundo, y que de la misma forma, esas personas también tiene derecho a un techo, pero una cosa no quita la otra. En Irun, como ciudad fronteriza, hemos sido testigos de una crisis humanitaria que irá en auge. Los africanos no vienen aquí por gusto. Lo hacen por necesidad. Son historias que dan escalofríos; pesadillas sin fin. Bastante se les ha negado, como para que se les niegue incluso una mínima ayuda en un pequeño momento de su largo viaje.

En algo estamos de acuerdo. Todas y todos deberíamos tener un techo, comida y ropa, pero eso no se consigue quitándosela a los que menos tienen, sino luchando por que cada vez seamos más las que podamos tener una vida digna. En Lakaxita, al igual que lo hace la Harrera Sarea, intentamos ayudar con lo que tenemos, y sobre todo, hacemos fuerza exigiendo estos derechos mínimos en los espacios donde se dispone de estos medios: en las Instituciones Públicas.