Todo iba sobre lo previsto en un mes de julio más, igual de anodino y veraniego que otros. Sin embargo, la última semana del mes, comienza a desatarse una galerna para el equipo de gobierno local que aún hoy perdura. Lo que para unos ha sido una galerna para otras ha sido, y continua siendo, una ola de solidaridad con las personas migrantes que tratan de seguir su camino hacia Europa del norte o quedarse entre nosotras. Una ola imparable y un ejemplo de trabajo y lucha. La pretensión de este texto es hacer un somero recorrido de este intenso verano que precede a un otoño previsiblemente igual de caliente en lo político y lo social.
El 26 de julio cuando nuestra máxima preocupación parecía ser la vacaciones desde SOS Racismo Bidasoa se hace un llamamiento. Al parecer hay un grupo importante de personas migrantes durmiendo en las cercanías de la estación de tren. Son personas que tratan de cruzar el Bidasoa en dirección al Estado Francés llegados desde el sur peninsular y siendo, muchos de ellos, devueltos inmediatamente a este lado. Ni una cosa ni otra eran algo nuevo. Ante la situación y la falta de soluciones por parte del Ayuntamiento se toma la decisión de realizar un desayuno solidario en los soportales del consistorio. Sin duda lo novedoso en esta ocasión era la reacción ante ambas situaciones.
Ya se había planteado a las instituciones municipales por parte de las entidades sociales de la localidad en una reunión celebrada el doce de julio que esto ya estaba sucediendo. En esa reunión se explica que la política a seguir por parte del Área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Irun era informar de que en Donostia se habían abierto servicios de acogida. Esta fue la primera opción barajada por el equipo de gobierno del Ayuntamiento, participar y pagar su cuota en la mesa interinstitucional con Gobierno Vasco, Diputaciones y los Ayuntamientos de las capitales. La respuesta de las entidades sociales sin embargo, fueron dos propuestas de mínimos, como eran: que se habilitara el albergue de Martindozenea para la acogida de emergencia de personas en transito y que se permitiera acceder a éstas y otras personas al comedor social aún careciendo de D.N.I., N.I.E. o pasaporte, y que puede que solo tengan una orden de expulsión o ningún otro documento.
Desayunando en los soportales del Ayuntamiento, visualizando lo evidente
El ayuntamiento se mantenía en sus trece hasta que como decimos el 27 de julio se topa con un grupo de personas entre las que se encuentran algunas migrantes desayunando debajo de los soportales. Y por supuesto, con una amplia repercusión mediática que fuerza al ayuntamiento a "mover ficha". Al final las gestiones ante Bienestar Social posibilitan lavarse y comer ese mismo día en el Punto de encuentro y Comedor Social. Pero no se sabe que pasará al día siguiente.
Ahora la situación era visible, no solo para las personas que se acercaban todos los días a la estación a preocuparse por las personas migrantes, o para las personas que veían deambular, en su mayoría a jóvenes, por las calles céntricas de Irun, o para las que las veían en las inmediaciones del Puente Internacional de Santiago intentando cruzar al otro lado sin ser descubiertas. Igualmente se comenzaba a visibilizar algo que era conocido por mucha gente del pueblo, se estaban realizando devoluciones en caliente por parte de policía y gendarmes franceses. Algo que no era nuevo pues se venía comprobando desde hace mucho tiempo que esto era así a pesar del silencio de las instituciones y medios de comunicación.
Primer paso para lograr un objetivo: presión, presión y más presión
La presión va en aumento y se consigue que el 29 de julio el Ayuntamiento abra el dispositivo de frío, que se abre en invierno para dar acogida a las personas que viven en la calle y que se les dé de comer en el Comedor Social. 28 camas, desayuno y comida, gestionando el dispositivo Cruz Roja. Previamente se realiza una asamblea donde se configuran los primeros grupos de trabajo y se acercan a Lakaxita para solicitar cocinar allí para las personas migrantes hasta que, como hemos comentado, el ayuntamiento habilitó el dispositivo de frío y el comedor social. Ya desde el comienzo se dan alrededor de 30 comidas en Lakaxita. La solidaridad para cubrir estas comidas llega pronto de restaurantes, asociaciones y particulares. En lo primeros momentos se sufragan los gastos con dinero de los colectivos y sobre todo de personas a título personal. La misma solidaridad se da ante el llamamiento de recogida de ropa. Los grupos de whatsapp comienzan a funcionar y a crecer, son muchas las labores que coordinar y llevar a cabo. La verdadera ciudad de acogida se pone en marcha. Recogida de ropa y comida, organizar los turnos de acompañamiento y apoyo, para la elaboración de las comidas en Lakaxita, etc...
Si bien el dispositivo de frío se pone en marcha, pronto las 28 camas se quedan cortas y entre el hecho de que solo se pueda pernoctar durante tres noches y que va en aumento el número de personas: que van de paso, que son devueltas o que ya comienzan a pensarse el quedarse en la ciudad; hace que muchas personas se queden en la calle de ahí que Lakaxita continúe como punto de referencia y los alrededores de la estación permanezcan como sitio improvisado donde continuar durmiendo. No es poca la tensión que esto genera en los responsables de ADIF.
Crece la red y se incrementa su esfuerzo. Más personas y menos recursos
Llega agosto. La red crece y se estabilizan cuatro grandes grupos. El de acogida que cada mañana pasa por la estación y otros lugares de la cuidad e informando de los recursos que existen a las personas que pueden encontrarse, así como cubrir las necesidades de ropa, ducha y desayuno. El grupo de ropa que se encarga de hacer llamamiento a la solidaridad para donar el tipo de ropa que se necesita, recoger esta ropa en el local de la Calle Mayor y repartirla entre las personas migrantes, muchas de las cuales sólo traen un chándal y alpargatas facilitados por Cruz Roja y que acaba señalando a estas personas, cuando lo que desean es pasar desapercibidas sobre todo en su paso por la "muga". Y por último el grupo de información que se encarga de proporcionar información, asesoramiento legal, si alguna persona decide detenerse, si hay algún menor, si hay una queja policial, etc...
Si bien en un comienzo funciona el dispositivo de frío como albergue improvisado las instituciones no garantizaban las necesidades básicas los fines de semana, únicamente proporcionan cama, sin ducha, sin desayuno, sin comida o sin cena. Es por eso que desde la red se continúa organizando duchas los fines de semana. Es en la academia de baile Pausoka donde se realiza gracias a su solidaridad. Las comidas también están a cargo de la red hasta que finalmente, la Cruz Roja se hace cargo de las comidas los fines de semana.
El calor aumenta en las no-relaciones con las instituciones y las devoluciones son una constatación no confirmadas por responsables políticos. No me consta
Los tiras y aflojas con el ayuntamiento son constantes durante los días y las semanas transcurridas. La preocupación va en aumento al mismo tiempo que las personas que recalan en nuestra ciudad. Se llega a contabilizar entre sesenta y setenta. Crece el número de personas a un ritmo bastante superior a los recursos que ponen a disposición las instituciones. Los controles policiales en los paso de Santiago y Behobia así como en la estación de tren de Hendaia se hacen cada día más intensos y numerosos dificultando el tránsito y devolviendo inmediatamente a las personas que no pueden presentar la documentación necesaria, pues no disponen de papeles, ya sea desde la misma muga o desde lugares más distantes como Baiona o más allá de Ipar Euskal Herria. Afortunadamente a pesar de la presión las personas consiguen su propósito y continúan el viaje a su destino. Sin embargo, otras son devueltas y acaban obligadas a una estancia mayor de tres días que es lo que se permite pernoctar en el dispositivo, teniendo que dormir nuevamente en la calle. Se han dado casos en los que personas han intentado el paso hasta en siete ocasiones. Al final es necesario descansar, contactar con las personas amigas o familiares que les esperan, mayoritariamente en el Estado Francés y que en numerosos casos aportarán el dinero perdido en los intentos anteriores para pagar el transporte; algo que puede llevar más de tres días. Cuando son preguntadas las responsables del Gobierno Vasco, incluido el Lendakari, o el Alcalde de Irun, no les consta, no hay constatación oficial. Los medios comienzan a decir lo contrario e informan constatando a pie de muga una realidad que parece no constar. Echando balones fuera, es cosa de "Europa coordinada y con políticas comunes", como señala el alcalde en una entrevista [1].
El día 13 de agosto se desaloja el sitio donde dormían en los alrededores de la estación de RENFE teniendo que pasar a dormir en el exterior de Lakaxita. Son días de lluvia y frío aún siendo agosto. En todo este tiempo la improvisación de las instituciones es constante y cada día hay una nueva noticia. Sin embargo, en todo este tiempo se ha continuado ofreciendo las necesidades básicas a las personas que se quedaban fuera del dispositivo por parte de la red de apoyo y/o acogida. En este ir y venir de noticias desde la mesa interinstitucional se decide la apertura del albergue de Martindozenea, únicamente para un fin de semana. Todo continúa parecido pues el protocolo sigue siendo de tres noches por persona. Continúan quedando personas que deben dormir en la calle y continúa la denuncia en la calle con una concentración el día 12 con un significativo y explicativo lema, "Camas vacías y personas migrantes durmiendo en la calle".
Camas vacías y personas migrantes durmiendo en la calle, una política de improvisación sin pensar en las personas
Desde que comenzó esta situación de emergencia social las instituciones públicas han estado improvisando entre la inercia de no querer hacer y la presión social que les ha obligado a hacer a regañadientes. En esto se informa que se va a habilitar el espacio deportivo del Colegio de Lekaena, a escasos metros de Lakaxita, con una capacidad de 70 camas donde se proporcionará ducha, cama, desayuno, almuerzo y cena. Se consigue que se aumente a cinco días la estancia. Igualmente se consigue que se proporcione comida no solo a las personas que pernoctan, sino que también a las que pasan por allí y lo solicitan. La alegría no dura mucho y los problemas se avivan cuando se vuelve a exigir el cumplimiento estricto del protocolo y sin previo aviso se quedan en la calle un grupo de personas el 23 de agosto y se tiene que volver a improvisar la cena para estas personas. Una vez más se produce la paradoja ya denunciada, hay camas vacías y personas en la calle, a lo que se le suma la comida que sobra que se acaba desechando. Volvemos a la casilla de partida y solo las personas que entren en el protocolo tienen derecho a los servicios, el resto una vez más depende del trabajo voluntario del grupo de acogida. Aumenta el sentimiento de perplejidad que está al nivel del enfado de las personas voluntarias del grupo de acogida, aunque este tipo de maniobras por parte de las instituciones municipales es algo a lo que nos tienen acostumbradas.
En esas se estaba cuando llegaron cinco mujeres con un niño y una de ellas embarazada. Cuando se acercaron la noche del 26 al 27 a Lekaenea resultó que no podían quedarse allí pues el albergue provisional estaba preparado "únicamente para hombres", o dicho de otra manera no estaba preparado para mujeres, niños y niñas. Al parecer el albergue para “situaciones de vulnerabilidad” estaba en Bilbo. Alternativa que se les propone, el traslado a Bilbo y en su defecto la firma de una renuncia voluntaria a los recursos gestionados por Cruz Roja y financiados por la mesa interinstitucional. Ante este ofrecimiento dos mujeres lo aceptan y se trasladan a Bilbo en un autobús de línea. Cuando llegan allí se sorprenden que nadie les esté esperando para acercarles al recurso, acaban durmiendo esa noche en unos jardines, en situación de total vulnerabilidad. Las otras tres mujeres, incluida la criatura, que se negaron a viajar se quedaron igualmente en la calle. Al final se perdió la pisa de estas mujeres que probablemente continuaron su camino hacia el norte de Europa. Esta situación provocó una reacción inmediata que se conformó en un comunicado de prensa, tanto de la red de apoyo como de Su Txikian -Colectivo Feminista de Irun-. Una vez más la presión obligó al ayuntamiento a mover ficha y abrir un nuevo espacio para “los colectivos vulnerables”, mujeres, niños y niñas, personas enfermas/convalecientes… El sanitario ha sido otro de los caballos de batalla como el caso de Abdul que se denunciaba por parte del colectivo social Erletxea, y que dio lugar a la creación de un nuevo grupo de apoyo hospitalario y ambulatorio.
Los mass y los media
Desde Al Jazzira, ART TV, FR3. Topatu a cadenas de televisión estatales con conexiones en directo en sus programas “prime time”, periódicos del Estado y de fuera de él y por supuesto los regionales y locales, se han interesado haciéndose eco de las situaciones de este verano. Y lo más increíble es que todos han mantenido una línea de cierta “objetividad” nunca vista, incluso en aquellos que nos tienen acostumbrados al sensacionalismo más sangrante . Cierto, es verano y las noticias no abundan en estos meses y eso ha posibilitado estar en primera plana con portadas en los medios más vendidos de Gipuzkoa. Como una bola de nieve en pleno verano el interés ha ido en aumento. Este interés mediático ha obligado a realizar un trabajo importante en cuanto a comunicación. Estar preparadas para satisfacer las necesidades de los medios pero también preparar las ruedas de prensa y por supuesto las redes sociales. Como en todos los ámbitos se ha tenido que ir aprendiendo sobre la marcha.
De la inacción temporal a las medias verdades pasando por el ninguneo permanente y continuado
Desde las instituciones públicas al final se ha tenido que reconocer que les ha desbordado la situación y que dada la complejidad han tenido que improvisar sobre la marcha. Pero nada más lejos de la realidad. La respuesta dada es la consecuencia de una política de racaneo de recursos y ninguneo de las entidades sociales, que en el caso del ayuntamiento de Irun ha sido más que evidente. Durante estos años atrás los tiras y aflojas con las entidades sociales críticas respecto al Comedor Social, el Punto de Encuentro Social y la ausencia de un albergue donde poder pasar la noche las personas sin hogar y la puesta en marcha de soluciones para la superación de las situaciones de carencia de muchas personas del pueblo han sido enconadas y en numerosas ocasiones de claro ninguneo. Se han venido haciendo propuestas como las que ya hemos comentado, la apertura de Martindozenea tanto para la emergencia de personas en transito como anteriormente se pidió como albergue, una reivindicación que podemos calificar de histórica, y por supuesto el acceso a los recursos existentes como el comedor social a personas que carezcan de un documento identificativo con foto, etc..
La demanda del uso de Martindozenea para la acogida de personas migrantes no es que sea una petición utópica. El propio ayuntamiento puso en 2015 a disposición este espacio para dicho uso[2]. Pero no hay que irse tan lejos como el 2015, hace menos de dos meses J.M Santano ofreció Irun como ciudad de acogida para las personas migrantes que venían en el "Aquarius"[3] El tiempo está ahí para hacernos ver como estas palabras son mero humo y cuando esa "crisis humanitaria" la tienes que gestionar tú, pues está en las calles de la ciudad, todo parece cambiar y las solemnes declaraciones institucionales quedan en lo que suelen ser "papel mojado". Una vez más JA Santano ejerció de Don Diego y así donde dijo digo quería decir Diego. Esta forma de entender el trabajo con las entidades sociales críticas es un proceder en el tiempo. Del mismo modo que lo es el no ser clara, ocultar informaciones, darlas a cuentagotas y en definitiva el ninguneo constante y continuo por parte de las instancias del equipo de gobierno como de las responsables técnicas del Área de Bienestar Social.
Un proceder "cara a la galería" de estar haciendo cosas, o dicho de otro modo, apagando “fuegos” que se producen y que se ven obligadas a tratar de sofocar y que conduce a malos entendidos, lo que hace que tal cual apagan uno, encienden otros. Así tenemos la sensación, más extendida de lo que queremos ver, de que se están poniendo recursos para personas que vienen a miles de kilómetros y para las personas que viven aquí no hay la misma proporcionalidad. Este era el mensaje que subyacía en las pintadas aparecidas en Martindozenea y reproducidas días más tarde en el bidegorri de Hendaia. Pero como ya se ha comentado el trabajo de entidades sociales durante estos últimos años ha sido la demanda de estos recursos para todas las personas, indistintamente de su procedencia. Con un resultado que no parece verse, la apertura de un centro de noche que se sumará al comedor social y el Punto de Encuentro Social. Que si bien, no va a solucionar todos los problemas de la falta de recursos y la situación de calle, es algo que evidencia y debería frenar esa peligrosa idea que “para las de aquí no se está haciendo nada”. Como siempre insuficiente para las todas las personas, vengan o estén ya o sean de.
La palabra clave en todo esto es: personas. Las instituciones y las que las gestionan no ven personas, ven cuadrar presupuestos, gastos, votos, etc.. Sólo hay que remitirse a lo sucedido este intenso verano, a las declaraciones en prensa por parte de las responsables de ayuntamiento y las respuestas dadas a las de las personas de la red de acogida, a los casos sangrantes de Abdul y de las mujeres, entre otros. O las declaraciones que espetó Beatriz Artolazabal, Consejera de Empleo y Políticas Sociales diciendo que "necesitamos a los 10.000 inmigrantes que cada año llegan a Euskadi a vivir". La misma consejera que a cargo de la Renta de Garantía de Ingresos en Lanbide se dedica a endurecer los requisitos para acceder a esta ayuda. Una forma de actuar que lleva a mensajes contradictorios que avivan sensaciones que nos pueden llevar a escenarios que no deseamos nadie y que desde ya hay que estar alerta para que la llama del racismo y la xenofobia, que está siempre latente en nuestras vecinas y en nosotras mismas, no prenda y nos queme.
La medicina contra el racismo y la xenofobia: la solidaridad
Sin duda, afortunadamente prevalece la sensación de que una parte de la sociedad que no ha permanecido parada ante esta situación y ha sido capaz de mover la gran montaña institucional con acción, proporcionando soluciones inmediatas, con movilización y denuncia pero sobre todo con una fuerte convicción: todas somos personas y tenemos todos los derechos. Con una poción mágica: la solidaridad con nuestras iguales.
Esta no ha sido, en lo colectivo, una reacción social totalmente espontánea. Había un poso importante de trabajo colectivo de enredos, que han posibilitado el conocimiento y una cultura de trabajo común, así como muchas personas que ya habían ejercido recientemente la solidaridad en campos de Grecia y otros países. Que pusieron en marcha esta solidaridad y a la que con el paso del tiempo se han ido sumando multitud de personas con sus diferentes motivaciones. a día de hoy son más de un centenar en los grupos de trabajo de whatsapp. Constituyéndose actualmente siete grupos de trabajo, tales como, recogida, recepción-información, cocina, ropa, clases-talleres-actividades, sanidad-hospitales y asesoría, además de el de comunicación y relaciones institucionales. Sin duda un monumental trabajo totalmente voluntario.
Las historias de las personas que han venido, cómo han venido, sus dificultades y fuertes motivaciones están ahí, en los medios. Las noticias de lo que día a día sucedía también, así como la constatación de las redadas racistas en la muga. Desde aquí hemos pretendido un pequeñísimo ejercicio, sin muchas pretensiones, que recoja otras cosas, desde un foco diferente. Y que nos dé pistas para un pensamiento personal, colectivo y crítico de lo que día a día sucede en nuestras vidas y en las de las personas que nos rodean.
Aupa zuek! Y recordar: siempre es el Capitalismo.
Notas:
- «Al Gobierno Vasco le ha faltado liderazgo en la gestión de los migrantes».- https://www.diariovasco.com/politica/gobierno-vasco-faltado-201808201207...
- Irun habilita el gazteleku como refugio provisional para 60 inmigrantes. http://www.elmundo.es/pais-vasco/2018/08/11/5b6ead21e2704e9aac8b4586.html
Irun ofrece su albergue municipal para acoger refugiados. https://www.diariovasco.com/bidasoa/201509/10/irun-ofrece-albergue-munic... - Irun se ofrece como ciudad de acogida para los migrantes del 'Aquarius' https://www.diariovasco.com/bidasoa/irun/irun-ofrece-ciudad-201806140010...
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