Tras el anuncio el sábado en la localidad labortana de Arrangoitze por parte del Colectivo de Exiliados Políticos Vascos de que un número muy significativo de refugiados volvería a sus lugares de origen, el nerviosismo y alegría en familiares y amig@s de dos de los iheslaris de Irun eran patentes. ¿Cuando pasarán la muga? era la pregunta que se hacían.

Y la respuesta no se hizo esperar. A las 12:30 del domingo, Joserra y Ainhoa rompían su largo exilio, y arropados por decenas de vecin@s, comenzaron a subir la cuesta de la calle Peña. Además de familiares y amig@s, allí les esperaban entre otros ex-refugiados y ex-presos. Tras el aurresku de honor y una ofrenda floral tomaron la palabra para recordar que aún cientos de ciudadan@s vasc@s no pueden volver a sus casas por motivos políticos y que lo que hacían ellos ayer, era un paso, cuyo fin es terminar con el exilio para siempre, con la referencia de una solución integral del conflicto.

Joserra, tras 23 años exiliado, volvió a Irun y pudo comer por primera vez en Hazia, elkarte que solo conocía por fotos. 23 años sin poder pisar Irun, la ciudad que le vió nacer y sin poder pasar a hegoalde.

Ainhoa 13 años después volvió a la casa de su madre en Anaka y pudo echar una vez más un pote en el bar Sunbilla.

Ongi etorriak biei!!