Vivimos una crisis capitalista en la que la pandemia provocada por la Covid-19, está cumpliendo una función de catalizador. Como hemos visto en los últimos años, el capital está en necesidad de emprender una reestructuración. Ejemplo de ello son los planes que ha puesto en marcha el Banco Central Europeo para mantener el modelo de acumulación anterior o la evidente polarización de la sociedad, la descomposición de la clase media y la proletarización de la sociedad. Aunque el propio virus haya creado una crisis sanitaria, en contra de la opinión que ha extendido la burguesía, esta crisis estructural del sistema responde a la lógica de la acumulación de capital y no a la mala gestión de uno u otro partido político. El capital financiero, los políticos profesionales y los grandes empresarios han aprovechado este extraordinario contexto para llevar a cabo reformas estructurales.