Irungo Harrera Sarea.- El 19 de abril del año pasado, se cumple un año de la muerte de Tessfit, la primera muerte causada por las políticas de lucha contra la migración. Entonces explicamos claramente que no íbamos a dejar que nadie se convirtiera en un fantasma. En el Bidasoa, además de evitar las muertes que se están produciendo como en el Mediterráneo, mientras se mantiene la idea de cruzar a nado, queremos sus nombres y apellidos en defensa de los derechos de sus familias, amigos y amigas, por su dignidad y para que puedan pasar el duelo. También por la historia de nuestro país; para que no ocurra una vez más.

Ayer fue hallado el cadáver de Ibrahima en el río Bidasoa casi tres semanas después de su desaparición. Es una muerte evitable. Irungo Harrera Sarea lleva mucho tiempo advirtiendo de que se iba a producir un drama de estas características y por ello lleva pidiendo corredores humanitarios y caminos seguros para todas a las instituciones que les corresponde de Iparralde y Hego Euskal Herria. Hoy, 1 de abril, reiteramos la petición. También pedimos facilidades para sus allegados y su familia para repatriar el cuerpo de Ibrahima.

Hemos visto que, afortunadamente, las instituciones vascas han demostrado rapidez para poner recursos a las personas refugiadas y quisiéramos que se mantuviera esa actitud. Queremos que al mismo tiempo la mesa interinstitucional se empeñe en aumentar la digna acogida que se está dando al pueblo ucraniano y a las personas que vienen de África. En la Unión Europea, desde el año 2000, existe un instrumento legal para ello para las de aquí. Vemos que hay medios para esa acogida.

Asimismo, creemos necesario acabar con los controles racistas de la policía entre Irun y Hendaia. De hecho, es una de las principales razones para tomar caminos inseguros.

Porque esta muerte no es fortuita, hacemos un llamamiento a una concentración el sábado 2 de abril en la plaza San Juan para facilitar el proceso de repatriación y en defensa de las vías de migración seguras.

Euskal Herria pueblo de acogida

Acogida digna y corredores humanitarios para todas