Mabel Cenizo.- Hoy, me comentaba una voluntaria, lo satisfecha y admirada que estaba por la respuesta, hace unos fines de semana, de las personas que se acercaban para dar alimentos en las grandes superficies. Y es cierto, que la movilización de las personas para que otras puedan acceder a la alimentación ha sido espectacular y noble. Se han movilizado hombres, mujeres, jóvenes y mayores. Se han movilizado donantes y voluntarios y voluntarias. Se han movilizado las manos y los corazones.
Y sin embargo, me surgen tantas dudas en relación a esta recogida de alimentos. Me surgen dudas sobre si vemos algún rostro concreto y en tal caso, qué rostro vemos y cuál es el futuro que le diseñamos cuando les dejamos alimentos. Me surgen dudas sobre, si, más allá del momento en el que dejamos los alimentos, estaríamos dispuestos a movilizar nuestras manos, nuestros corazones, nuestros bolsillos para desearles otro futuro que no pase por darles, en una cola, alimentos.
Para pasar de los bancos de alimentos el derecho a la vida digna tenemos que preguntarnos por los rostros y su futuro próximo y que otras acciones tenemos que desarrollar para que todas las personas puedan acceder a la alimentación. ¿Acaso, ponemos en duda que las personas necesitan además de alimentarse, sentirse erguidas, sentirse dignas y con capacidad propia para entrar con su propio pie al supermercado y decidir que comprar?
Si cada una de las personas que da, cada una de las personas que coloca, cada una de las personas que recibe se pregunta qué hacemos mañana, con esta situación de emergencia social, si cada una de estas personas moviliza el futuro, podremos diseñar juntos una sociedad que no necesite bancos de alimentos y que dignifique las situaciones de las personas. Seamos más exigentes con los derechos sociales, seamos más exigentes con la dignidad de las personas.
Angulaberria.info no se hace responsable de las opiniones que no estén firmadas por el colectivo editorial de la propia angulaberria. Nuestro deseo es fomentar todo tipo de debate enriquecedor.
- Inicie sesión para comentar
- 1668 lecturas