Irungo EH Bildu.- Durante los dos últimos años el Ayuntamiento de Irun ha puesto en marcha una campaña de “ayudas a las familias y al comercio de Irun para la compra de material escolar” a principio de curso, lo cual contribuye a hacer frente a los inmensos gastos de la vuelta al colegio de las y los menores.

Cabe decir que, desde EHBildu Irun aplaudimos este tipo de iniciativas, especialmente en los tiempos de dificultad económica que vivimos, y todas las inversiones dirigidas a cubrir las necesidades básicas con el objetivo de bienestar de la ciudadanía nos parecen pertinentes y todavía, claramente, necesarias. Sin embargo, y tras haber analizado las condiciones de la convocatoria, consideramos inadecuado el procedimiento llevado a cabo por el equipo de gobierno. Y tal como hemos denunciado infinidad de veces desde EHBildu, estas ayudas son simplemente un parche y poco menos que simbólicas, especialmente para las familias con menos recursos.

Según los requisitos de la convocatoria, <<en el momento de la solicitud el o la solici-tante deberá encontrarse en posesión de factura(s) (…) perteneciente(s) a comercios de Irun en lo(s) que se justifique la compra de material escolar por valor igual o superior al importe de la ayuda>> lo cual exige el adelanto de un dinero/gasto que en determinados casos puede resultar inasumible. A las familias que sobreviven con una RGI, u otro tipo de ayuda social cuyos ingresos son más que conocidos, no se les ofrezca una alternativa real, y se ven incapacitados para solicitar la ayuda por no poder hacer frente a la factura del material escolar; o se ven obligados a recurrir a alguna entidad de beneficencia que les adelante el dinero para poder obtener la factura y así poder optar a esa ayuda “irrisoria” (comparada con el gasto). Y no sólo eso, el plazo máximo de resolución y notificación << de estas ayudas será de seis meses a contar desde el día siguiente al fin de plazo de solicitudes>>, es decir, que la primavera puede llegar antes que la ayuda.

Además, consideramos que los tramos de asignación de los ingresos de la Unidad Familiar se marcan con una llamativa ligereza, ya que se contabiliza únicamente el importe total de los ingresos de la Unidad Familiar, sin tener en cuenta el número de personas que componen esa unidad familiar. Es decir, no se tiene en cuenta si con unos ingresos menores de 25.000€ anuales deben vivir 3, 6 ó 9 personas. Y aunque la ayuda se concede por cada menor, no se hacen distinciones en la edad ni nivel de estudios que realizan las y los menores, cuando es obvio que el gasto se incrementa considerablemente cuanto más elevado es este. No hay más que echar un vistazo a la lista detallada de los gastos subvencionables que se ofrece (considerados todos “material escolar”), pero donde es incuestionable que un Rotring, una calculadora o un compás no cuestan lo mismo que una caja de pinturas para colorear.

Por otro lado, es curioso el concepto que el equipo de gobierno tiene del “comercio lo-cal”. Estas ayudas, que se supone van destinadas a favorecer también el comercio de Irun, permiten realizar la compra en grandes superficies que abocan al pequeño comercio local al cierre, como ha quedado demostrado en más de una ocasión. Desde EHBildu consideramos que debe exigirse que el gasto se realice en el pequeño comercio local, y no en grandes centros comerciales.

Otro tema son los presupuestos. La cuantía presupuestada para las ayudas en el curso anterior fue de un máximo de 310.000€, de los cuales se gastaron 90.241,28€, es decir, casi un 30% del presupuesto. Para este nuevo curso sin embargo, la cuantía presupuestada se ha reducido a 200.000€ (todavía no se sabe cuál será el gasto). Dicho lo cual, y sabiendo el tremendo esfuerzo que supone para las familiar el inicio de curso, instamos al equipo de gobierno a que incremente las ayudas para que realmente den respuesta a las necesidades de la ciudadanía y no sean únicamente un postureo de autocomplacencia. Y dicho sea de paso, tampoco estaría de menos que a las más de 200 familias a las que se les deniega la ayuda, se les informara de las razones para ello.

Con estos dos años queda claro que el equipo de gobierno no pretende construir unas ayudas que den respuesta a las necesidades de las y los ciudadanos de Irun. Por ello, desde EHBildu hemos puesto en marcha un proceso participativo con diferentes agentes sociales, educativos y del comercio local para analizar en profundidad los casos y necesidades reales de las familias, y así realizar de cara a la campaña que viene una propuesta para exigir la reconsideración de las bases de la convocatoria, para que ésta realmente sea una ayuda a las familias y al comercio local, y no únicamente un lavado de cara más del equipo de gobierno.