Por segundo año consecutivo, tenemos que lamentar que para la Diputación Foral de Gipuzkoa  la bicicleta  cuente tan poco  a la hora de confeccionar los presupuestos  de nuestro territorio.

Si los aprobados para este año (2016)  supusieron retroceder  hasta los primeros  de este siglo, (ver gráfico),  para el año 2017 nos proponen una caída mayor de las  inversiones tanto en infraestructuras ciclistas como en promoción de la bicicleta.

Esta actitud no casa ni con las exigencias de los numerosos ciudadanos /as que cada año utilizan más las vías ciclistas, ni con los acuerdos sobre el Cambio Climático firmados en París,  ni con los discursos propagandísticos de la propia Diputación de conseguir, mirando a Europa, un territorio sostenible desde el punto de vista de la movilidad.

Nuestras infraestructuras ciclistas no avanzan, cuando los ciclistas europeos, después de recorrer las vías ciclistas francesas, intentan llegar a Donostia, contemplan   las  graves dificultades que tienen que padecer para llegar a Donostia. La DFG ni siquiera tiene previsto por dónde debería discurrir una vía ciclista que uniera  Irún  con Rentería.

Qué lejos queda el año 2013 cuando todos los grupos  junteros aprobaron por unanimidad el Plan Territorial Sectorial de Vías Ciclistas de Gipuzkoa  en el que se comprometían a llevar adelante dicho plan en 8 años y con inversiones de catorce millones  anuales. ¿Se pretende así conseguir los objetivos de la Estrategia de la Bicicleta de Gipuzkoa 2011-2022, aprobada unánimemente por el Consejo de la Bicicleta de Gipuzkoa?  ¡Qué timo, qué desprecio para todos  los ciclistas!

Simplemente queremos exigir a la Diputación y al resto de los partidos políticos que cumplan con lo aprobado, y que tengan en cuenta que invertir en la bicicleta es invertir en aspectos fundamentales de la vida como la salud, la economía, el medio ambiente, la energía, el tiempo…

Inversiones de la Diputación Foral de Gipuzkoa relacionadas con la bicicleta incluyen con la previsión para el año 2017: