Ayer sábado, convocadas por GKS (Gazte Koordinadora Sozialista), 100 personas se concentraron en la plaza San Juan de Irun para pedir que se paralice la ofensiva de la burguesía.
En la movilización se denunció "el desastre sanitario y la supresión de libertades". GKS afirma que estamos ante una "catástrofe sanitaria", señala que "los estados capitalistas y los políticos profesionales tanto franceses como españoles" no tienen capacidad para "tener controlada la pandemia" y que, además, los banqueros y empresarios "sólo invierten en cuanto pueden hacer negocio". "En caso de hacer gastos que no les genere beneficios, prefieren aumentar la industria armamentística y reforzar los recursos policiales", señalaron los miembros del GKS: "Con estas medidas, más que proteger a la sociedad del virus, parece que los empresarios quieren proteger su orden social de las posibles respuestas del proletariado".
Por otro lado, advirtieron de que los políticos profesionales "nos han anulado las libertades civiles y políticas" y que ello puede establecer "antecedentes políticos y jurídicos peligrosos". "Pretenden hacer frente a la pandemia mediante la criminalización, la represión y la eliminación de libertades", concluyeron.
Reivindicaron la “organización comunista” y proclamaron un “Estado socialista bajo el control de los trabajadores” como “el único escenario posible que establezca la salud como una prioridad y garantice los derechos y libertades fundamentales”.
La movilización que se llevó a cabo ayer en Irun se enmarca en la campaña que el GKS está llevando a cabo bajo el lema "ante el desastre sanitario y las eliminaciones de libertades, parar la ofensiva de la burguesía" en diferentes barrios y ciudades de Euskal Herria.
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