Hoy nos ha reunido aquí una nueva agresión a una mujer. El pasado domingo, cuando viajaba con su pareja en coche, y tras una fuerte discusión, él detuvo el vehículo en mitad de la rotonda que está un poco más abajo de donde nos encontramos, y la obligó a bajar. Estaba tan cegado por el machismo que no le importó poner en riesgo la vida de su pareja. No se dio cuenta de que a pocos metros estaba el cuartel de la Ertzaintza, que lo vio todo. Poco después lo detuvieron.

Historias como esta ocurren cada día en cualquier lugar, más cerca de lo que muchas veces podamos imaginar. La violencia machista es uno de los problemas más graves de la sociedad actual. Además, es transversal a categorías sociales, edades, razas o etnias. Miles de mujeres viven aterrorizadas en sus hogares y son centenares las que se han sentido agredidas en algún oscuro lugar de su ciudad.

No podemos dejar pasar y tomar como normales este tipo de actos. Debemos seguir respondiendo, solidarizándonos con las víctimas; no quedándonos impasibles ante esta lacra que padecemos la mitad de la ciudadanía. Trabajando en la prevención y en la concienciación de la sociedad. Exigiendo a las instituciones la puesta en marcha de actuaciones concretas contra la violencia machista.

Por eso surgió TAS, para articular una respuesta ciudadana y colectiva a estos ataques, y aquí estamos de nuevo poniendo en marcha el protocolo alcanzado, aunque tengamos que salir a la calle más a menudo de lo que quisiéramos.

Cada día vamos siendo más en esta lucha por la igualdad; por eso, invitamos a toda la ciudadanía a ser parte activa en esta respuesta colectiva.

¡¡NINGUNA AGRESIÓN SIN RESPUESTA!!