-Euskal Herriko Bilgune Feminista-.Desobediencia a la heteronorma; desde las ideas, desde las teorías, dotando a nuestras prácticas cotidianas de una dimensión política, a las grietas. Porque somos grietas (en el sistema patriarcal): padres o madres solas, lesbianas, criaturas con más de dos madres o padres, trabajadoras del sexo transexuales, las que no priorizamos las prácticas sexuales coitales, las que elegimos huir de la categorización de las prácticas sexuales, los grupos, etc., somos las grietas que ponemos en duda la primacía de la familia nuclear, que es la base del patriarcado, y el modelo de relación dominante.

Pero sabemos que la roca del patriarcado lleva años arraigada y que la norma dominante del sistema patriarcal en el que vivimos, que se ha impuesto, socializado y construido, es otra; se trata de la heteronorma. En la sociedad actual, el modelo de sexualidad basado en la reproducción es el normal, el que se encuentra dentro del orden. La sexualidad que toma como criterio la fecundidad genera orden y subordinación; sitúa la reproducción por encima de la no reproducción y, en consecuencia, al estar por encima el cuerpo fecundo, el deseo fecundo y el placer fecundo, los modelos y las múltiples expresiones no normales que se den fuera de ahí, son menospreciadas. Una sociedad heterosexual y heterosexualizada tiene la necesidad de marcar, dirigir y, en definitiva, construir nuestro deseo.

Estos modelos de sexualidad, “productos” a favor del capital y del patriarcado, traerán consigo el control sobre la reproducción. Para ello, la capacidad de reproducción de las mujeres será un elemento que habrá que controlar. Así establecerán la sexualidad de las mujeres y el control del cuerpo a través de la monogamia, el modelo de familia patriarcal, el estigma, las ideas sobre el amor romántico, etc....

Para completar todo esto impondránsobre nuestros cuerpos las ideas del modelo de familia patriarcal y del amor romántico, quedando las normas, a menudo, ahí inscritas, con la excusa de que son lo natural. Por tanto, las características que surgirán de este modelo sexual son las siguientes: está construido a partir de un sexo bipolar, heterosexual, genital y enfocado al placer masculino.

Pero, a pesar de las dificultades, las que optamos por vivir nuestra sexualidad libremente, estamos orgullosas. ¿Por qué? Porque seguiremos encontrando grietas en las rígidas paredes del sistema patriarcal heterosexista, porque hemos apostado por analizar nuestras prácticas sexuales y por los nuevos modelos de sexualidad, porque hemos colectivizado las formas individuales de vivir, ahí está la clave.

Para que el intento de dar una dimensión política a la sexualidad, al placer, sea completo, tenemos que continuar en este camino. Ante el modelo hegemónico de sexualidad, nos unimos a las prácticas revolucionarias que no se encuentran dentro de las normas, ¡por eso estamos orgullosas! Seguiremos reivindicando que no queremos incluir las prácticas lesbianas dentro de las normas, deslegitimando la propia norma, haciendo ver que la pluralidad de las prácticas es una realidad y que todas estamos en el centro. La voz de las que estamos fuera de cualquier norma de la sexualidad hegemónica es cada vez más fuerte. Las que echamos un órdago y las que desarrollamos el resto de prácticas libres, también somos cada vez más. Es imprescindible que sigamos en el camino de ruptura de cualquier norma de la sexualidad hegemónica; la necesidad de superar las categorías cerradas y limitadas que ha creado el patriarcado es cada vez más evidente. En este sentido, vemos la necesidad de seguir trabajando en favor de una sociedad feminista y, en esto, toda la ciudadanía tenemos trabajo por hacer.

Estamos desobedeciendo a la heteronorma en lo cotidiano, desobedeciendo en cada beso, mirada, masaje, mimo, caricia, generando grietas (en el sistema patriarcal). El 28 de junio es un día de lucha y hacemos un llamamiento a participar en las movilizaciones y acciones que se organizarán.

¡DESOBEDIENCIA A LA HETERONORMA!