La Asociación de Vecinos Landetxa de Ventas organiza distintas actividades para la gente del barrio y en la mayoría de ellas, implica a las asociaciones, sociedades servicios y agentes. A veces están relacionadas con actividades lúdicas (como fiestas, semanas culturales, actividades navideñas, cuentacuentos, carnavales, teatros y otros eventos); otras veces, invertimos tiempo y trabajo para proponer y conseguir mejoras urbanísticas que mejoren la calidad de vida. Y en los últimos años, también organizamos distintos procesos participativos donde las personas y agentes del barrio nos escuchamos, reflexionamos, compartimos, proponemos y acordamos mejoras para el barrio. Hoy vamos a presentar un proceso de estas características.

Brevemente queremos señalar los objetivos que tenía este proceso:
  - Conocer, analizar y reflexionar entre distintas personas del barrio el desarrollo de Ventas en los últimos 100 años.

  - Proponer un plan de barrio basado en las necesidades, prioridades y propuestas realizadas por las vecinas y vecinos durante el proceso que sirva como eje en futuras acciones en nuestro barrio.

  - Presentar al Ayuntamiento (gobierno y oposición) el trabajo realizado para que en sus políticas municipales tengan como referencia este trabajo.

  - Dar pasos en otro tipo de relación con las instituciones donde la sociedad civil es sujeto protagonista, es ciudadanía y actúa como tal, proponiendo y no sólo esperando a la propuesta desarrollado por la Instituciones,.

El proceso que os presentamos comenzó en 2010 cuando, Elatzeta Ikastetxea planteó realizar, con la colaboración de la AVV, un proyecto denominado “Amets dezagun auzoa”. En ella la gente del barrio podría imaginar y soñar en qué barrio quería vivir. De aquel proceso se soñaron más de 500 propuestas, las cuales se recogieron en un documento.

En 2014 se planteó la necesidad de dar un paso se propuso el proceso “Auzoa ametsa sortzen- La evolución de nuestro barrio en los últimos 100 años”. Y se empezó a dar pasos para poder impulsarlo. Así, con la colaboración de dos arquitectos experimentados en procesos participativos, Koldo Telleria y Ager Iñarra, diseñamos el proceso realizado a lo largo del 2015.

En marzo de 2015 se desarrolló la primera parte de este proceso: se plantearon 3 líneas de reflexión:
    1) Se diseñó una exposición fotográfica y de ortofotos mediante la cual se pudo ver el desarrollo urbanístico, económico y sociocultural. En dichos paneles la gente fue aportando información, sus hábitos de consumo, de movilidad, etc.

    2) Se desarrollaron distintos talleres para analizar la realidad de nuestro barrio: unos eran abiertos a la ciudadanía y otros estaban adecuados metodológicamente a un colectivo específico. Así desarrollamos talleres con alumnado y otro taller con personas mayores.

    3) Se diseñó un mapa del barrio de grandes dimensiones donde la gente opinaba y mostraba su percepción y sentimientos respecto a los lugares (así se visibilizó espacios que nos dan miedo, aquellos que nos gustan y nos hacen sentirnos bien, otros que están sucios y no nos gusta; etc). El mapa recogió mucha información válida.

En octubre y noviembre de 2015 se realizaron distintas iniciativas para seguir con el proceso. Durante la celebración de la Semana Cultural se hizo una visita para conocer de primera mano la información que las vecinas y vecinos fueron trasladando en la primera parte. Pudimos hacer parte del recorrido en silla de ruedas para ser conscientes de las limitaciones que pueden encontrar personas con movilidad reducida. Fue una manera de ver in situ las percepciones de la gente del barrio.

En noviembre, mediante distintos talleres, se realizaron las priorizaciones en base al análisis realizado en marzo. La gente que participó analizó necesidades, priorizó acciones y planteó soluciones. Se llegó a acordar líneas de trabajo que finalmente se recogieron en el documento final.

Paralelamente se hizo un trabajo de adecuar todas las propuestas, cotejar con la legislatura vigente y con los planes generales y urbanísticos. Así en febrero de 2017 se realizó una Asamblea extraordinaria para devolver al barrio su propuesta. Y en julio de este año, se realizó una reunión con el gobierno, oposición y equipo técnico del ayuntamiento para mostrar el proceso y el resultado del mismo.

En este proceso han participado más de 300 personas. Desde aquí nuestro agradecimiento a todas ellas y también a las asociaciones, sociedades y escuela que nos han apoyado en todo momento.

Para desarrollar este proceso nos hemos presentado a las subvenciones de la Diputación Foral de Gipuzkoa y el Gobierno Vasco y también, hemos solicitado al Ayuntamiento de Irun que nos dejara los locales de la Escuela Vieja.

Los resultados más significativos de este proceso han sido:
    1. Las personas de nuestro barrio han participado en un proceso donde han conocido la evolución y desarrollo de nuestro barrio en los últimos 100 años, han mostrado su conformidad o disconformidad respecto a lo vivido y a la realidad actual. Han escuchado y compartido demandas de otras vecinas y vecinos y han sido capaces de hacer propuestas en las que ha habido un alto grado de acuerdo a la hora de poder diseñar un plan de futuro para nuestro barrio.

    2. Ha servido para conocer y ser más conscientes de la evolución de nuestro barrio; en la cual se percibe que en pocos años hemos pasado de ser un barrio rural a estar rodeados de polígonos industriales, carreteras de alta densidad, y nuevas urbanizaciones. A su vez, hemos visto con preocupación que el nuevo plan urbanístico, no mejora la situación, si no que aún lo empeora ya que se prevé
recalificar suelo rural a suelo industrial a urbanizable. Una de las zonas que nos preocupa es la de Zabaleta y se han realizado propuestas a este respecto.

    3. La movilidad en el barrio hacia el exterior muestra riesgo para las vecinas y vecinos. Tal y como se ha señalado estamos rodeados de carretera de alta densidad, de polígonos industriales y eso dificulta notablemente la movilidad tanto andando como en bicicleta y hace necesario el uso de transporte público o particular para cualquier desplazamiento. Es por tanto, necesario, habilitar salidas y vías seguras para peatones y txirrindularis. Y entre las propuestas, y siendo conscientes del espacio e importancia que el transporte público tiene en nuestro barrio, se ha propuesto hacer una estación intermodal para el tren y el topo y mejorar la accesibilidad a todo este espacio.

    4. Nos reafirmamos en la necesidad de seguir trabajando por mantener los límites actuales de nuestro suelo rural ya que eso supone el mantenimiento de nuestro patrimonio paisajístico, histórico y cultural. Así mismo hemos visto con preocupación que apenas queda espacio verde y sin construir en el centro del barrio. Por ejemplo, en las conclusiones de este proceso se ha priorizado impulsar un proyecto para que la zona de Irurtzunzar siga siendo un espacio natural. A su vez, se han propuesto distintas rutas para realizar a pie para conocer nuestro entorno.

    5. Este tipo de procesos posibilitan el trabajo interinstitucional y que ha logrado mejoras para la vida cotidiana de las personas haciendo posible proyectos que en un principio hubieran presentado mayores dificultades. Por ejemplo, se ha logrado el acceso peatonal desde el caserío Zelaiburu hasta la entrada hacia la carretera de Mendiola.

    6. Este proyecto ha supuesto un trabajo comunitario para definir nuestro barrio del futuro, y será para la AVV Landetxa nuestra hoja de ruta a la hora de impulsar proyectos en el barrio. Seguiremos trabajando para que en futuros planes institucionales se tenga en cuenta y se adecuen a dicho trabajo.

Landetxa Auzo elkartea