Si cuando UPN y su socio el PSN, gobernaban en Navarra nos impusieron la construcción de la plataforma ferroviaria del Tren de Alta Velocidad mediante un convenio completamente gravoso con el Ministerio de Fomento, ahora es UPN, que está en la oposición, el que negocia con el Partido Popular en Madrid el reinicio de las obras desde Villafranca hasta Olite, así como la realización, este mismo año, del proceso de información pública del estudio del proyecto Pamplona-Y vasca.

Ellos deciden, que para eso saben mejor que nadie, qué es “imprescindible” para Navarra. Han dado esplendorosas muestras de ello: circuito de Los Arcos, autovía a Logroño financiada con un sangrante peaje en la sombra, un Canal de Navarra atiborrado de cuantiosas deudas, el pabellón Arena... De paso se saltan cualquier decisión que pudiese tomar el parlamento navarro y cualquier debate posible, aunque hasta ahora completamente relegado por el Gobierno actual, sobre el modelo ferroviario que necesita Navarra.

Y todo esto sin ningún tipo de estudio de rentabilidad social ni económica. ¿Para qué? ¿Quizás porque la práctica totalidad de los estudios mínimamente rigurosos realizados concluyen que las líneas de Alta Velocidad construidas o en construcción suponen un ingente gasto de dinero público que de ninguna manera se recupera? ¿Quizás porque son líneas cuya explotación comercial siguen necesitando de subsidios públicos? ¿Quizás porque semejante gasto está dedicado a una mínima parte de la población, aquella con más poder adquisitivo? ¿Quizás porque no son capaces de llevar mercancías? ¿Quizás porque suponen un enorme gasto de energía tanto en su obra como en su funcionamiento? ¿Quizás porque fueron construidas principalmente para enriquecer a las diversas empresas de la construcción? ¿Quizás porque destrozan y dividen el territorio?

Esta operación de salvamento realizada por UPN y PP debe ser cuanto antes contestada con la apertura de un proceso de debate sobre la movilidad y el papel del ferrocarril en Navarra. Un debate paralizado por el actual Gobierno con el silencio cómplice del resto de fuerzas del cuatripartito. Queremos recordar que en el acuerdo programático entre las cuatro fuerzas la cuestión de la construcción de una nueva línea de TAV no está abandonada, ya que se mantiene en una calculada ambigüedad.

Por ello pedimos a los partidos que se han declarado contrarios a esta infraestructura que se posicionen clara y tajantemente ante cualquier negociación que abra las puertas a la continuación de este desastroso proyecto, ya sea de UPN o del actual gobierno.

Asimismo, queremos alertar a los y las opositoras a esta infraestructura. Su construcción se ha parado temporalmente pero no está en absoluto descartada. Desde AHT Gelditu! Elkarlana esperamos que este ordago lanzado por UPN sirva para iniciar un debate real sobre las necesidades ferroviarias y de movilidad rechazando claramente el caduco convenio firmado en 2010 o cualquier negociación realizada en los despachos a espaldas de la población navarra.

AHT Gelditu! Nafarroa