2.300 personas y entidades han firmado el manifiesto por la acogida y la libertad de circulación. La Red de Apoyo ha atendido a más de 5.500 personas desde su creación hace de seis meses
Bajo el lema Euskal Herria #HarreraHerria se reivindicará la libertad de circulación para todas las personas y exigirá a las instituciones una acogida digna e integral a todas las personas migrantes que pasan o paran en Euskal Herria. La manifestación partirá de Ficoba, cruzará el puente de Santiago para llegar hasta el CIE de la comisaría de Hendaya y volverá a Irun, donde terminará frente al ayuntamiento. Allí se leerá el manifiesto y actuarán bertsolaris y los grupos de música Glaukoma y Bad Sound.
Tierra de migración, tierra de acogida. Entre las 2.300 personas y entidades han firmado partidos políticos, sindicatos, entidades de derechos humanos y referentes socioculturales. La manifestación exigirá la aplicación de la legislación europea y los tratados internacionales que reconocen y garantizan los derechos de cualquier migrante, así como la libertad de circulación a la que todas las personas tenemos derecho. Además se denunciará la situación estructural de explotación, racismo y de desigualdad de derechos a los que se somete a las y los migrantes. La Red de Acogida reivindicará que, como tierra de migrantes, también somos tierra de acogida y solidaridad, como ya se ha demostrado a lo largo de nuestra historia. Se mostrará que somos una sociedad civil sensible a las injusticias y dispuesta a luchar contra el racismo y la xenofobia y por la igualdad de todas las personas. En la coyuntura actual, debemos celebrar la apuesta antirracista e inclusiva de todas las personas que integran las Redes de Acogida en Euskal Herria. Sobre todo, teniendo en cuenta el auge y legitimación de los discursos y actitudes más racistas y violentos que está difundiendo la extrema derecha y las derechas más reaccionarias y antidemocráticas. Así mismo, solidarizarnos con las compañeras del navío Aita Mari, a quienes se les niega el poder zarpar para poder salvar a las personas que mueres en el Mediterráneo a causa de las políticas migratorias racistas y en este caso mortales que promueve la UE.
Respuestas ante una situación invisibilizada. El aumento en la llegada de personas migrantes a Euskal Herria debido al cierre de otras rutas, ha puesto de manifiesto la necesidad y voluntad de amplios y muy diversos sectores de la población, de dar una respuesta digna a esta realidad, que además de no ser nueva, es estructural y por lo tanto, no va a desaparecer. La primera respuesta que dieron las instituciones vascas fue la de ignorar a estas personas. Ante la misma, nacen las Redes de Acogida en distintos puntos de Euskal Herria como Irun, Donostia, Bilbo y Baiona. Redes surgidas de manera espontánea y compuesta por una gran pluralidad de personas que, han demostrado estar dispuestas a dar un paso al frente ante la nula respuesta institucional hace ya más de seis meses. Cientos de personas de toda índole, comprometidas con la solidaridad y las redes de apoyo, exigiendo a las instituciones que asumieran sus obligaciones de acogida, ni más ni menos.
Incidencia política y labor humanitaria. Hoy en día hay dispositivos de asistencia a las personas migrantes. Dispositivos que han ido evolucionando y respondiendo a las necesidades elementales (comer y dormir), casi siempre tarde y de manera insuficiente. Pero además de las necesidades urgentes como cama y comida, hay necesidades fundamentales para las y los migrantes que las instituciones dejan sin cubrir y a los que las Redes dan respuesta. Tareas de información de derechos (protección internacional, menores, mujeres, personas LGTBI entre otras) localización, información de servicios, derivaciones, ropa, móviles, contacto con las familias, recepción de dinero, apoyo emocional etc. son necesidades básicas e imprescindibles que seguimos cubriendo desde la Red. Ni más ni menos que lo que necesitaríamos cualquiera en sus circunstancias.
Es necesario recordar que estas personas se ven obligadas a viajar de manera clandestina, afrontan violencias por parte de policías y traficantes durante el viaje y en todos países que atraviesan. Violencias generadas en gran medida por unas políticas migratorias europeas racistas, que niegan el visado y las vías seguras para la emigración a gentes que buscan una vida mejor, o directamente, salvarla. Mientras que a las y los europeos, un viaje a cualquier país africano nos cuesta alrededor de 700 euros y unas 6 horas de viaje, mientras que para las y los migrantes supone no menos de 5.000 euros y meses e incluso años de viaje, en situación de alto riesgo.
Las Redes como espacio de trabajo comunitario. Las Redes han demostrado el alto grado de implicación de muchas personas y han abierto un espacio para la acción social y la solidaridad, para el apoyo directo y la incidencia política. Personas que rechazan las políticas migratorias racistas que aplica Europa en su conjunto. En definitiva, personas que con su labor construyen una comunidad más justa, respetuosa y vivible para todas, independientemente de origen, cultura o cualquier otro signo de diversidad.
Por todo ello, hacemos un llamamiento a la población vasca a que nos acompañe el próximo sábado 26 de enero.
Euskal Herria #HarreraHerria
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