Abotsanitz.- El alcalde de Hondarribia Txomin Sagarzazu ha multado con 500 euros a la empresa Higertoki SL por “la tala de árboles y relleno de tierras en Zaldunborda, sin disponer de la preceptiva licencia municipal”. La actuación fue denunciada por Abotsanitz, Sagarzazu la ha calificado como infracción leve y sancionado con la menor multa posible.

Los hechos ocurrieron en junio de 2019, cuando la empresa promotora del megaoutlet arrasó sin permiso municipal una superficie de 100.000 metros cuadrados, a la vez que realizó un relleno de tierras. Todo ello en el corredor ecológico Jaizkibel-Aiako Harria. En julio el Grupo Municipal Abotsanitz denunció lo ocurrido, tras lo que la arquitecta municipal elaboró un informe corroborando la denuncia. En octubre el alcalde tuvo que admitir que las obras eran “clandestinas”, y que debían ser sancionadas, aunque las calificaba como “legalizables”.

Según recoge el decreto 449/2020 fechado el 27 de febrero, el alcalde califica la ilegalidad de Higertoki como infracción leve, que la Ley Vasca del Suelo y Urbanismo sanciona con entre 500 y 5.000 euros. Es decir, no sólo la considera leve, sino que le aplica la menor de las sanciones posibles.

Abotsanitz considera que la infracción es cuando menos grave, sancionable con entre 5.000 y 50.000 euros. Y es que, según dicha ley, entre las infracciones urbanísticas tipificadas como graves se encuentran las siguientes: “En todo caso, los movimientos de tierras y las extracciones en el subsuelo no amparadas por licencia o proyecto de urbanización o, en su caso, autorización de la administración competente cuando proceda”. Por ello, Abotsanitz recurrirá el decreto de alcaldía, ya que consideramos que la sanción debe ser mucho mayor.

El alcalde ha vuelto a demostrar que hay ciudadanos de primera y de segunda, y que Higertoki tiene absoluta libertad para hacer y deshacer a su antojo en Zaldunborda (tala de árboles, construcción ilegal, cierre de carretera sin alternativa…). Por un lado, tuvo que mediar una denuncia de Abotsanitz para que la arquitecta municipal constatara que se había arrasado una superficie de 10 hectáreas sin licencia. Posteriormente, el alcalde legalizó las obras consideradas como “clandestinas”. Y ahora llega la notificación de la sanción, que es la más baja que permite la ley.