EH Bildu Hondarribia.- Ante estas próximas fechas, especiales para todos los hondarribitarras, las personas que conformamos Hondarribiko EH Bildu creemos necesario compartir con vosotros nuestro análisis de la situación actual con respecto al alarde.

De todos es conocida nuestra posición favorable a un:

• ALARDE PÚBLICO, organizado por el Ayuntamiento, como ha sido tradición desde 1.639 hasta 1.997 en que pasó a manos privadas.
• ALARDE PARITARIO En el que tod@s los habitantes del pueblo puedan desfilar en la compañía con la que se sientan más identificados.
• ALARDE ÚNICO.- Las fiestas son esos momentos en los que se detiene la rutina de lo cotidiano y en los que un grupo, una comunidad se re-crea, se celebra y se define a sí misma.

Como patrimonio inmaterial colectivo, las fiestas hacen referencia a una comunidad de personas con vínculos que, como el paisaje o la cultura, pertenecen a tod@s y no son de nadie en particular. Nadie puede apropiarse de ellos y nadie deber ser marginado de participar en ellos. En la medida que es un elemento imprescindible que requiere una sociedad para autoafirmarse, tras las fiestas ha de quedar una impresión de bienestar moral colectivo, lo cual desgraciadamente no se ha producido en los últimos 23 años.

Dicho esto no conseguimos entender cómo en pleno siglo XXl el resto de partidos políticos de Hondarribia no defienden de un modo más decidido lo que el sentido común nos dicta, es decir que las fiestas han de ser iguales para tod@s.

Las posturas del PNV y PSE nos parecen hipócritas. Si en algunas de sus manifestaciones públicas tratan de simular cierta equidistancia (con la tampoco estamos de acuerdo), en sus actos no dudan en favorecer las posturas más rancias, más ultracatólicas y más desacordes con conseguir una integración social armónica. Un alarde público paritario y único permite a TODAS las personas de este pueblo participar de las fiestas según sus creencias, en total libertad, respetando a los demás y cumpliendo las tradiciones tal como ha demostrado Jaizkibel Konpainia con su proceder desde el día de su creación. El alarde privado segrega, divide, categoriza, excluye... La postura correcta ante el derecho y su conculcación no es la equidistancia.

La postura de Abotsanitz ante el alarde no sabemos a ciencia cierta cuál es, pues nunca han sido claros al respecto. Sólo podemos decir que nos parece contradictorio decir que se defiende la participación de la mujeres en el alarde y desfilar en el alarde excluyente.

Una vez llegados hasta aquí, hemos de reconocer que un análisis sólamente racional del conflicto no nos proporciona todos los elementos necesarios par dar pasos en busca de una solución. El conflicto y su desarrollo tienen una serie de componentes en los que los sentimientos, tanto personales como colectivos cobran un papel fundamental y no pueden ser dejados de lado en la búsqueda de la, por tod@s, tan ansiada solución.

Existen fórmulas intermedias que podrían abrir caminos hacia una solución satisfactoria para tod@s. Nosotros tenemos algunas ideas desarrolladas al respecto que no dudaríamos en compartir si las partes o l@s mediador@s lo estimasen oportuno, pero entendemos que nos nos corresponde a nosotros sino a las partes, plantear propuestas de soluciones concretas desde las que iniciar un diálogo. Creemos que la inmensa mayoría del pueblo de Hondarribia necesita que este tema se solucione y hay que abrir caminos concretos que faciliten esa solución y hacer a la gente partícipe de ellos con la mayor tranquilidad y sin miedo

La pandemia, nuestro recuerdo y solidaridad con las víctimas y sus familias, esta teniendo consecuencias nefastas para tod@s, pero en el caso del alarde de Hondarribia abre un paréntesis de tiempo que sería un gravísimo error no aprovechar para el diálogo, el reconocimiento mutuo y la participación de todos los hondarribitarras en la búsqueda de soluciones.