Irungo EH Bildu.- Hace cinco años que se creó en Moria, Grecia, un campo para personas refugiadas. Este espacio, inicialmente creado para 3.000 personas, ha ido creciendo sin control (en la actualidad, viven allí 12.000 personas), mientras que Europa ha mirado para otro lado y los estados han abandonado su compromiso de atender a las personas refugiadas (cupos para el reparto de refugiados firmados entre 2015 y 2016).
Agentes del tercer sector y organizaciones no gubernamentales han denunciado reiteradamente la falta de recursos de las personas que sobreviven en Moria. La situación de alarma sanitaria mundial y los recientes ataques de la ultraderecha han hecho que sus condiciones de vida sean todavía más duras.
Al final, Moria ha explotado. Lo que empezó con cuatro pequeños incendios se convirtió en uno enorme, que ha quemado el mayor campo de refugiados de Europa. Los datos de ayer confirmaron el positivo por COVID-19 de 35 personas refugiadas; otras 125 estaban en Cuarentena estricta. En un lugar de estas características no es posible adoptar medidas de seguridad, ni mantener una distancia mínima, ni garantizar las necesarias medidas de higiene...
Debido al incendio, todas las personas que vivían en el campo han tenido que huir. Algunas de ellas han tenido la oportunidad de llevarse con ellas lo poco que tenían; otras se han ido tal como estaban.
Ahora, más de 12.000 personas se encuentran dispersas por los alrededores de Moria. La gente está desperdigada; los niños están perdidos y preguntan por sus padres; se está tratando de identificar a menores que están solos; hay escasez de agua, y eso es precisamente lo que están demandando constantemente.
Las asociaciones e instituciones están elaborando un mapeo de la situación, que les ayude a averiguar dónde se han concentrado las personas refugiadas y a poder valorar cómo distribuir la comida y cómo llegar a estas personas. Entre los participantes de este trabajo se encuentran las y los miembros de Zaporeak, una de las pocas organizaciones que se mantienen en el lugar ofreciendo un servicio básico.
Por todo ello, el grupo municipal de EH BILDU presenta la siguiente declaración institucional:
- El Ayuntamiento de Irun ya proclamado "ciudad de acogida", quiere expresar su solidaridad a las personas que tienen que huir de los lugares en los que viven. Además, declara su disposición a acoger a personas refugiadas que huyen de conflictos políticos y militares, así como a trabajar con otras instituciones que tengan el mismo compromiso.
- El Ayuntamiento de Irun, de acuerdo con el Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Gipuzkoa, ratifica su compromiso de continuar con el plan para la acogida e integración de personas refugiadas, para lo cual definirá estrategias, programas y recursos, así como ámbitos de colaboración entre instituciones y organizaciones sociales.
- El Ayuntamiento de Irun solicita al Gobierno español y a las instituciones europeas que adopten medidas urgentes para dar una respuesta activa a esta crisis humanitaria, medidas basadas en la solidaridad y en la justicia, y que establezcan una política común en materia de inmigración y asilo, dando prioridad a las personas y garantizando la protección de los derechos humanos. También les solicita que pongan los medios necesarios para acoger a las personas que escapan de estas guerras o que son víctimas de las mafias que se aprovechan de esta tragedia.
- El Pleno del Ayuntamiento de Irun solicita a la Diputación Foral de Gipuzkoa y al Gobierno Vasco que adopten una actitud activa y solidaria ante la tragedia de Moria y contribuyan con todos los medios a su alcance a paliar sus consecuencias.
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