Mugitu! Mugimendua.- Ayer miércoles a las 9:45 de la mañana en el Kursaal de Donostia ha dado comienzo el Congreso Internacional ferroviario Basque Railway organizado por el Gobierno Vasco bajo el lema “Retos de la puesta en servicio de la alta velocidad”. Un congreso cuya inauguración oficial iba a ser realizada por Iñigo Urkullu, que no ha aparecido; ha sido efectuada por el alcalde de Donostia Eneko Goia.

Cuando el alcalde ha subido al escenario y empezaba a hablar, 4 miembros del movimiento de desobediencia al TAV Mugitu! se han colocado junto a él portando banderolas y han reivindicado en voz alta: “AHTrik ez”, “Herria bizirik”, “el desarrollo es vuestro chollo”, “tenéis el corazón lleno de hormigón”, “la ostia a 120 es mucho más potente, la ostia a 280 es mucho más sangrienta”, además de cantar unos versos contra la infraestructura. Miembros del cuerpo de seguridad han desalojado a los activistas de la sala. El acto se ha interrumpido unos 10 minutos.

El alcalde, después de proferir algunos insultos contra los activistas (“estos impresentables”) ha seguido reivindicando el tren de alta velocidad y otros proyectos depredadores como el metro de Donostia. Seguidamente han proyectado un video sobre el TAV y la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras Arantxa Tapia ha tomado la palabra para elogiar la labor del Gobierno Vasco y para pedir al ministro español de Transporte y Movilidad allí presente, José Luis Ábalos, que impulse el proyecto de la Y Vasca. En ese momento, otro activista se ha levantado desde el patio de butacas y ha vuelto a corear a viva voz consignas contra el TAV, paralizando nuevamente el acto oficial. En seguida lo han expulsado. En breve, cuando de nuevo la consejera Arantxa Tapia ha intentado continuar, otro activista ha repetido la misma acción paralizando por tercera vez el acto.

Todos los activistas han sido desalojados del Kursaal previa identificación.

BASQUE RAILWAY: ¡HA LLEGADO LA HORA DE PARAR EL TAV!

El movimiento de desobediencia civil al TAV Mugitu! Mugimendua quiere denunciar el Congreso Internacional Basque Railway organizado por el Gobierno Vasco como vergonzosa apología de la infraestructura más destructora, despilfarradora y antisocial de la historia de Euskal Herria.

Queremos denunciar especialmente al Gobierno Vasco y al partido que lo sustenta (Partido del Negocio Vasco) empecinados en continuar con las obras del TAV cueste lo que cueste. En todas las negociaciones con el gobierno central su principal objetivo es conseguir cada vez más dinero para esta infraestructura, siendo ello la clave de su agenda política. También criticamos su reiterada hipocresía: mientras se llenan la boca de lucha contra la crisis climática prosiguen con las obras del TAV, generadoras de ingentes cantidades de CO2, tanto en su construcción como en su funcionamiento. Señor Urkullu, no se puede estar plantando un arbolito en las campas de Foronda mientras se continua con la política cementera a todo gas. Llegará el día en que los ecocidas sean juzgados en el tribunal de la historia por abocarnos al colapso civilizatorio.

La construcción del TAV y de grandes infraestructuras no es más que una huida hacia adelante en el actual modelo de desarrollo capitalista que nos conduce a una crisis global, ecológica, económica y social. El enorme despilfarro de recursos públicos en esta macroinfraestructura reporta pingües beneficios tanto a la banca como a las empresas constructoras y a una clase política corrupta, mientras asistimos a continuos recortes del gasto en Educación, Sanidad, Pensiones y ayudas sociales. A su vez, el TAV es un medio de transporte elitista que retrae la inversión en el ferrocarril convencional, accesible al conjunto de la población y que da servicio a las zonas rurales. Con todo ello, el TAV contribuye a aumentar las desigualdades sociales y territoriales y a hundirnos en el endeudamiento y la crisis. Además, las líneas de Alta Velocidad son impuestas a las poblaciones sin ninguna participación social en la toma de decisiones; por el contrario, la desinformación, la manipulación y el autoritarismo que ejercen los gobiernos para imponer esta infraestructura faraónica son patentes. Todos estos motivos son más que suficientes para participar en la huelga general del próximo 30 de enero, aunque usted diga lo contrario, Sr. Urkullu.

Ha llegado la hora de parar el TAV y el resto de grandes infraestructuras para buscar soluciones a través de una profunda transformación del modelo social. Es preciso reducir el transporte motorizado fomentando un modelo socio-económico que otorgue prioridad a la creación de cercania y a la autosuficiencia, respetando las decisiones y formas de autoorganización de los pueblos.

Por todo ello, exigimos la paralización inmediata de las obras de la “Y vasca” y del corredor navarro. Únete a la desobediencia anti TAV!