No al aumento de cámaras y policía

Delincuencia y modelo social capitalista

En los últimos meses ha estado en boca de todos el aumento de la delincuencia en Irun. Ante este fenómeno evidente el Ayuntamiento de Irun ha propuesto en nombre de la seguridad, aumentar el número de fuerzas policiales y cámaras. Actúa como si sucediera sin causa aparente o fruto de la falta de civismo de algunos ciudadanos, sin reparar en las razones estructurales de este ascenso.

El de Irun no es un caso aislado, ya que el aumento de la tasa de delincuencia a nivel estatal ha sido generalizado en 2021. En el encarecimiento y empobrecimiento general de las condiciones de vida (proletarización) que vivimos en el actual contexto de crisis, suele ser frecuente que las capas más vulnerables de la clase obrera recurran a ciertas prácticas ilegales. El "plan de seguridad y convivencia" no pone en cuestión la vinculación entre la delincuencia y el modelo de sociedad capitalista. Al carecer de voluntad política para eliminar definitivamente la raíz del problema, el Estado burgués recurre a la salida policial.

Control social

La CAV es el territorio con mayor ratio policial por habitante de la Unión Europea y ya en el pasado se han instalado cámaras, con la esperanza de aumentar la seguridad. Aunque con esto no se haya conseguido solucionar el problema, pareciera que seguir en la misma línea fuera a subsanarlo. Si la cuestión de la delincuencia no ha cesado hasta ahora no es porque sea eterno y natural, sino porque las cámaras y la policía no resuelven las consecuencias sociales y económicas de la crisis capitalista.

Estas son reformas para mantener bajo control al total de la masa empobrecida. Abriéndose el escenario para un nuevo ciclo de acumulación de capital, la burguesía debe reprimir toda oposición política ante las nuevas reformas económicas. Es imprescindible frenar las reformas que aumentan el autoritarismo estatal, puesto que limitan las libertades políticas de organización y acción política de la clase trabajadora. Más que la "seguridad pública' al aparato de Estado le preocupa la seguridad del orden social burgués.

Racismo

Mientras tanto, para ocultar la proletarización y la miseria que hay detrás de la delincuencia, el foco ha virado al perfil de los delincuentes y su raza, criminalizando a estos grupos sociales. Los hechos reprobables de Moscú o San Miguel que se han hecho conocidos, por ejemplo, no se han producido por el hecho de que los agresores fueran de una raza o nacionalidad concreta, pero es en este aspecto donde se ha puesto el acento.

Este discurso no se limita a los partidos de extrema derecha,sino que se extiende con facilidad en la sociedad. A la hora de aflorar esta realidad social, hasta ahora más oculta, es normal que el aumento de robos y agresiones provoque indignación. Sin embargo,de la mano de los medios burgueses y de las redes sociales se abre paso una lectura distorsionada de la realidad. Alimentando la criminalización y el odio contra dichas etnias, no es de extrañar que surjan iniciativas organizadas para atacarlas, o que surja el deseo de intensificar la actuación represiva y de control social ejecutada por la policía.

No cuentan con el mismo tratamiento todos los asuntos en que intervenga la raza o el lugar de nacimiento. No perturban al ayuntamiento o reciben atención mediática, por ejemplo, las prácticas empresariales que se aprovechan de la vulnerable situación de los extranjeros, los intentos de suicidio en el centro de retención de Hendaia, el acoso policial,las prohibiciones de paso fronterizo, la compra-venta de seres humanos,etc. Asimismo se oculta que numerosas violaciones de la legalidad se llevan a cabo por mera supervivencia.

Organización comunista

La resolución real de la cuestión pasa por transformar el entramado social, esto es, la necesidad de construir el modelo social comunista. Esto no arreglará de la noche a la mañana los problemas de la actualidad, pero aquellos que nos prometan soluciones rápidas, nunca resolverán el problema. La socialdemocracia se ha negado a abolir la explotación económica y la subyugación política de la clase trabajadora que subyace a este problema. Por el contrario, todos y cada uno de los partidos institucionales se dedican a reforzar el autoritarismo y a perpetuar la miseria capitalista.

Por ello, al tiempo que señalamos la naturaleza de las medidas en marcha, desde Kontseilu Sozialista Bidasoa y desde Bidasoako Gazte Koordinadora Sozialista queremos hacer un llamamiento para denunciar dichas medidas. Para eliminar el capitalismo y sus consecuencias nos es imprescindible alimentar la organización independiente y la unidad política de la clase obrera en favor del socialismo.

Kontseilu Sozialista Bidasoa

Bidasoako Gazte Koordinadora Sozialista

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