Eguzki y Bidasoaldeko Lagunak.- En lo que se refiere al aspecto medio ambiental, la valoración que hacemos los grupos medio ambientalistas presentes en la plataforma sobre la postura del PNV en el pleno es francamente negativa. Las manifestaciones del alcalde Txomin Sagarzazu, representan un claro ejercicio de hipocresía, que nada tiene que ver con la realidad.

Querer vender el sellado del antiguo vertedero como un beneficio medio ambiental, es una falacia que no se sostiene y un insulto a la inteligencia. Esta ampliamente aceptada técnica y científicamente que la intervención en zonas degradas en el medio natural, pasa necesariamente por la restitución de ese espacio a su estado natural, en este caso, mediante una profunda descontaminación de los suelos. Y eso es precisamente a lo que el señor alcalde nos pide que renunciemos. Además, las obras de descontaminación no están ligadas directamente con el proyecto del mega outlet, afirmar eso es faltar a la verdad. Estas obras, se ordenan hace bastantes años y se deben ejecutar, al margen de que en ese ámbito se ubique un mega outlet, un parque temático o un jardín botánico

Resulta desesperanzador escuchar de un responsable público justificar como una ventaja medio ambiental, un proyecto que justamente provoca todo lo contrario. Además, lo hace, de una manera cínica, porque es conocedor de los valores medio ambientales que concurren en ese espacio, tal y como recogen los informes que obran en este expediente. Sin embargo, actúa de forma consciente en dirección contraria.

Los hábitats (algunos de interés comunitario), la flora, la existencia del corredor ecológico (de escasa dimensión y función reducida) y su zona de amortiguación que conecta y da coherencia a los espacios de la red Natura 2000 Jaizkibel y Aiako Harria, las aves migratorias, van a quedar seriamente afectadas, de mantener el impulso de este proyecto. A los efectos negativos para el medio ambiente que supone directamente la artificialización de una gran superficie natural, hay que añadir los provocados por la contaminación atmosférica, acústica y lumínica que la actividad asociada al proyecto va a generar. No es baladí, el desmesurado incremento del tráfico rodado que se prevé, que supone en sí mismo, una actuación contraria al principio de movilidad sostenible, provocando unas altas emisiones de gases de efecto invernadero por el uso de combustibles fósiles y una elevada contaminación acústica. No se confunda, la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero (CO2) es el objetivo de todos los planes de lucha contra el cambio climático y calentamiento global, no el aumento de las mismas que es lo que este megaproyecto va a provocar.

Queremos pensar que la publicidad que el GV hace en relación con los objetivos medio ambientales para el 2030, sobre la emergencia climática etc. responde a una actitud responsable que contagia y obliga a todas sus estructuras y no a una mera campaña de marketing. En ese sentido, queremos creer que el GV no estará dispuesto a permitir que este proyecto del mega outlet cuestione su política global sobre la emergencia climática.

El impulso de este megaproyecto por parte del Acalde contrasta con la política verde que su partido dice defender, a través de los presupuestos que van a aprobar en Gasteiz y mediante su participación en la cumbre sobre el clima celebrada recientemente en Madrid. No nos engañemos, artificializar 70.000 m2 cubriéndolos de hormigón convierte los presupuestos verdes de su partido en el GV, en color gris oscuro, como el futuro que a todos niveles (medioambiental, social etc.) nos depara este proyecto, y convierte su discurso ecologista en una mera falacia.

Por todo ello, instamos al Ayuntamiento de Hondarribia y a las autoridades competentes a que sean coherentes y no autoricen este proyecto en aplicación y cumplimiento del artículo 2 del Decreto 211/2011 que sobre el Desarrollo Sostenible establece:

1. Utilización racional del suelo y priorizar la utilización intensiva de suelos ya artificializados, preservando de la urbanización el suelo natural.
2. Evitar la segregación y dispersión urbana, así como la movilidad inducida, favoreciendo la accesibilidad mediante la planificación integrada de los usos del suelo y la movilidad y el fomento de estructuras urbanas densas, compactas y complejas.
3. Fomentar el uso sostenible de recursos naturales: agua, energía, suelo y materiales.
4. Preservar y mejorar los hábitats y las especies, el medio natural y la conectividad ecológica.
5. Conservar y mejorar los paisajes y el patrimonio cultural.
6. Fomentar el ahorro energético, la eficiencia y el uso de energías renovables y la cogeneración.
7. Garantizar un aire limpio y la reducción de la población expuesta a niveles altos de ruido y a contaminación lumínica.