El desbarajuste interesado de la sanidad pública vasca

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Movimiento Pensionista de Euskal Herria.- Como hemos dicho en múltiples ocasiones, la epidemia del COVID 19 dejó en evidencia las costuras de un sistema sanitario que estaba sometido a un proceso de recortes en la prestación de servicios, falta de inversión y de personal sanitario que reducían ostensiblemente las posibilidades de hacer efectivo el derecho a la salud con carácter universal.

Este proceso incesante de reducción del sistema sanitario público tiene como contrapartida el crecimiento de la sanidad y los servicios socio sanitarios privados para que ciertas empresas privadas vascas y multinacionales hagan negocio con la salud de las personas. A peor sanidad pública mayor oferta de sanidad privada.

Con la pandemia quedó en evidencia un problema estructural que se está manifestando, un día si y otro también en múltiples planos del sistema sanitario, atención primaria, servicios socio sanitarios, falta de personal y condiciones de trabajo, falta de diálogo y actuaciones prepotentes de los responsables políticos.

Este 2022 va a terminar y los problemas estructurales lejos de resolverse se agudizan.

El presupuesto de los Gobiernos de la CAV y Navarra en 2022 y 2023 aunque incrementan las partidas destinadas a la sanidad, estas ni siquiera cubren el incremento del IPC de estos años con lo que con el mismo dinero del año anterior se tendrá menor capacidad de gasto.

En relación a la inversión sanitaria respecto al PIB, ambas comunidades se sitúan un 2% del PIB por debajo de la media de la UE-28. Lo que supone una minorización de recursos de unos 2.000 millones de euros.

Los ratios de camas por 1.000 habitantes así como los ratios de personal médico y de enfermería están por debajo de la media de los países de la OCDE en mas de un punto.

La tasa de temporalidad se sitúa en Navarra en mas del 50% de la plantilla y en mas del 40% en la CAV,

Esta falta de dotación de recursos está ocasionando el cierre de servicios de los PAC y consultorios en el entorno rural, disminución de horarios de atención en ambulatorios, el colapso de la atención primaria y la atención presencial, la reducción a su mínima expresión de los servicios socio sanitarios públicos, el empeoramiento de las condiciones de trabajo del personal sanitario (aumento de las carga de trabajo, falta de personal...) y el deterioro generalizado de la atención sanitaria pública que se mantiene en pie por el compromiso personal de las personas que la prestan.

Estas decisiones sólo tienen un objetivo: deteriorar la sanidad pública y relegarla a una asistencia de mínimos para conseguir impulsar la sanidad privada para aquellas personas que se la puedan permitir.

El MPEH nos oponemos frontalmente a esta situación que paulatinamente nos priva del acceso a los recursos necesarios para garantizar nuestra salud, y exigimos un cambio de rumbo radical de la política sanitaria tanto en la CAV como en Navarra.

El lunes 19 de diciembre, denunciaremos esta situación de deterioro del sistema sanitario público en nuestras concentraciones, en Osakidetza y algunos centros de salud y apoyaremos las iniciativas sociales y sindicales que en este sentido se puedan coordinar y promover.

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