Korapilatuz.- Ayer un pequeño grupo de personas se concentró en la Plaza San Juan exigiendo una acogida digna así como derechos y vivienda para todas las personas. La concentración se celebró también en las cuatro capitales así como en otras ciudades de Euskal Herria. Durante la concentración se leyó un comunicado explicando la situación en calle de Irun.

Comunicado leído en la concentración

Sin embargo, en la Euskal Herria del siglo XXI, seguimos viendo en nuestras calles a cada vez más personas viviendo en ellas. Mientras nuestras instituciones no cesan de celebrar unos estándares de bienestar que dejan fuera a muchas personas. En el último recuento de Kale Gorrian realizado el pasado octubre en 23 municipios de la CAV la cifra ascendía a 661, de las que 33 eran mujeres. Cifras que, según las propias instituciones tienen un sesgo del 66%, por lo que esta escalofriante cifra se multiplica.

Irun no es una excepción, según este mismo recuento, aquella noche de octubre se encontraron 20 hombres y 1 mujer viviendo en la calle. Mientras que el recurso Zubia, cuenta con 20 plazas que se aumenta a 29 las noches de frío, sólo por debajo de 8 grados e independientemente de las inclemencias. Y siempre que puedas acreditar padrón o arraigo, es decir, que vives en las calles del pueblo. Un sinsentido si se trata de un mínimo de protección a las personas para que no pasen frío.

Además, hace poco, el Ayuntamiento anunciaba un cambio de ubicación de este recurso, argumentando que se ha quedado escaso en plazas, aunque lo cierto es que ya era escaso en plazas en el momento de su inauguración, pues el recuento de aquel año 2018 fue de 19 personas.

Nosotras nos preguntamos por qué ampliar el recurso y sacarlo del lugar en el que está cuando se podrían activar otras políticas que dignifiquen la vida de las personas y que atiendan a sus necesidades sumadas al hecho de vivir en la calle. Qué pasó, por ejemplo, con el Housing First (La Casa Primero).

El acto reivindicativo de hoy se ha convocado en diferentes ciudades, ya que en muchos de ellos el 31 de marzo se cierran los dispositivos de frío. No es el caso de Irun, que permanece abierto todo el año, pero con requisitos que se han endurecido precisamente en el momento en que la vivienda es un bien de lujo para muchas de las personas que vivimos en Irun, sobre todo si somos extranjeras y sabiendo que el empadronamiento es una dificultad añadida incluso para quienes consiguen un alojamiento.

Por este motivo, solicitamos a nuestro Ayuntamiento la apertura de diálogo con las entidades sociales frente a los problemas de la ciudadanía. Menos cemento y más políticas sociales que dignifiquen a las personas y que pongan la Vida en el Centro.

Por un alojamiento digno para todas las personas

Hambre cero en Euskal Herria

Regularización administrativa para todas las vecinas y vecinos en nuestro país

Porque Todas las Vidas merecen la Alegría de ser vividas